Gonzalo Chillida Web del pintor Gonzalo Chillida

Poemas Escogidos (Non translated)
Joaquín Gurruchaga

LIV

¿Qué te puedo decir
ahora,
cuando el tiempo
para ti,
se va,
como un último tren
que espera su salida?

¿Qué te puedo decir,
cuando el tiempo se va,
para ti, se va,
como un último tren
en una estación vacía?

¿Qué te puedo decir,
ahora,
cuando la vida
se va como un último tren
en una estación vacía?

Recuerdo,
otro tiempo como un mar,
otro tiempo
de un horizonte ilimitado.

Recuerdo
tu impaciencia de vivir
y adelantarte a la vida.

Pero ahora,
amigo mío,
el tiempo se va,
como un tren nocturno
que espera la salida
en una estación vacía.

 

LVII

El tiempo, de pronto,
desaparece.

Todo continua sin tiempo:
el mar, las calles,
vosotros, nosotros,
tú, yo mismo.

El retorno, la aparición del tiempo
se anuncia por una suave brisa.

Después todo queda como antes,
en silencio.

 

LXXI

Grandes bandadas de pájaros
cruzan el cielo. Es una sombra oscura
volando hacia el sur.

El otoño ha convertido los bosques
en un silencio rojo.

El tiempo pasa.

 

LXXV

¿Por qué me preguntas
si es mi hijo?

No soy de nadie.

No sé nada.

No sé quién me persigue
entre piedras, árboles, playas.

Soy una flecha,
un pájaro perdido,
volando día y noche
sobre una nube oscura.

 

LXXXI

No conozco la fuerza de la vida,
ni la vida escondida dentro de una piedra,
ni la voz que aún no oímos en las hojas que nacen,
ni la incredulidad ante el vuelo de un pájaro.

Presentir el rítmico silencio que
respira la luna, sin que nadie lo note.

Presentir un secreto, una conciencia oscura.

Y presentir la voz del mar que nunca olvida.

 

LXXXII

Dejar que la emoción
dé frutos en la sombra,
que la lluvia penetre,
lentamente, en la tierra.

Que nazcan las palabras,
que puedan tener hojas.

Dejar que la emoción
se despierte en la sombra.

 

XCI

Va naciendo un horizonte en el espíritu:
el mar, la tierra, el temblor de
una noche sin nubes, el océano
en silencio del alma.

Las olas no se ven ni se oyen;
su voz es mi voz,
su vida está en mis ojos.

Y voy y entro y salgo
por la vida
en el océano del alma.

 

XCVIII

No sabía nada. No sabía quién era.
El silencio me hablaba desde lejos.

¿Qué lengua será ésta?

No la he oído nunca.
No es el grito de un timbre,
Ni el ruido de una puerta.

Es una larga nube.
Es la voz más querida
Que llega a mis oídos.

 

II

Pero sí quiero hablar.

Quiero que nazca una estela
de mi voz en el silencio,
una estela en el mar
que respiro,
una estela en el aire
y en el viento.

 

VIII

Nadie en casa.

Las ventanas abiertas.

El suave aire del mar
en todas partes.

 

X

Palabras como relámpagos lejanos.

Palabras que nos hablan
desde un profundo mar oscuro.

¡Verdes relámpagos callados!

 

XII

Estaré aquí,
junto a la ventana,
y volverá la noche
y la tarde y la mañana.

Y estaré aquí,
junto a la ventana.

 

XXI

Dentro de mí
hay olas más profundas,
aguas más oscuras,
grises más sombríos.

 

XXIV

Descubrir lo que somos viviendo
oscuramente.

Paseando un domingo
por el muelle en silencio,
despacio, entre los barcos
amarrados y quietos.

 

XXV

Un ser
que ya no está
es el temblor
de una rama
cuando el pájaro
se ha ido.

 

XXX

Este momento
es mar, mar, sólo mar.

Sin costas, sin rocas,
sólo viento y mar.

Viento y mar.
Sólo viento y mar.

 

 

Gurruchaga, Joaquín. Selected poems El tiempo, el humo, el pasado. Poesía 5. Calambur Editorial, S.L. Madrid, 1996.
Monography Gonzalo Chillida Pintura/Paintings. Tf. Editores, Madrid 2006.